Escribir es una especie de condena, pero una condena que te salva.
Como el alcohol y algunas otras drogas.
Como salir a correr, o hacer ejercício sin más.
Muchas otras condenas que te salvan como el amor, la música o el resto de las artes.
El Arte te salvará. Aunque pienses muchas veces que no, que el arte no te va a salvar.
Condenado a salvarte cada vez que sales a caminar o cojes un lápiz y escribes o dibujas.
Estas condenado a salvarte y en eso tienes que poner todo tu empeño.
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