300 Kilómetros son 3 horas de carretera por la A6.
Desde Madrid hasta Laguna de Negrillos en León, donde viajo de martes a domingo para construir la casa donde quiero estar fuera de aquí, donde me hundo, en mi Madrid. Un lugar para respirar y estar en paz, sin problemas, sin prisas, sin discusiones y sin rencor.
El proyecto es recuperar esta casa de 1940-1958 con un molino y 1200 metros de terreno. Hacerlo nuestro, de Paola y mío. Conquistarlo, habitarlo y reformarlo para que sea lo mismo que nosotros mismos. El espacio donde seamos lo mismo que el lugar, nuestro hogar.
Para esto hace falta mucho trabajo y todo el dinero. Dinero para tener luz eléctrica, una fontanería saneada y calor en la casa. Un muro que delimite el terreno. Agua caliente y cocina y persianas y suelos y mobiliario y techos sin humedades y un montón de enseres que conviertan el lugar en un sitio seguro, cómodo y estable.
Después de mi lunes inevitable en Madrid vuelvo rápido sobre esos 300 Kilómetros para seguir haciendo de esa casa el lugar donde vamos a estar esta próxima vida.
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