En Europa no lo entendemos bien porque ambas cosas nos vienen dadas. La seguridad y el confort son cosas que ya están y nos cuesta entender a qué se refieren o a diferenciar entre una cosa y otra.
Desde pequeño sales a la calle y vas y vienes sin preocupare por si te puede pasar algo. Incluso si pasa algo, no te sientes amenazado. Nos sentimos seguros y pensamos en que nuestros derechos nos dan el poder de denunciar a cualquier amenaza por pequeña que sea.
Aquí, en Europa, el sentimiento es el de que las guerras están en otro lado, la violencia está en otro lado, la pobreza está en otro lado, la falta de salud está en otro lado. La vulneración de los derechos está en otro lado. Pensamos que hay una garantía universal para todo lo que necesitamos.
Todo parece lejano aunque en realidad todo está cerca y a punto de vulnerar los derechos que se dan por asumidos. En realidad toca luchar desde ahora mismo para que no desaparezca toda esta seguridad y confort en el mundo que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario