sábado, 22 de octubre de 2022

A mí se debe este mundo


Alguien en algún lugar está tomando un crucero por mí. Besando a la chica más bella. Alguien está luchando por una causa justa. Subiendo al pico más alto. Metiendo el gol del campeonato. Escribiendo el libro perfecto. Salvando una vida. Alguien por ahí está ganando en el Hipódromo. Navegando el Cabo de Hornos. Caminando por París. Alguien anda por ahí vestido de mí. En un laboratorio. En la cocina de un restaurante. Durmiendo bajo un puente. De Ministro todo el año. Muriendo de hambre y balazos. Desollado, destazado vivo. Disfrazado de Príncipe. De Duque. De Nada. Alguien anda por ahí brindando conciertos. Siendo Papa. Siendo violada en una guerra fratricida. Siendo cero menos que cero. Emigrante negro pobre desfalleciente en la costa. Soy Hitler, Pilatos y Neruda. Soy mi madre, mi abuelo y Darwin. Soy la bomba de Hiroshima. Soy la rosa de tu baño. Soy Fassbinder y el revólver. Soy el semáforo de tu esquina y la gambeta de Messi. Soy Vicent van Gogh y Theo van Gogh. Acabo de salir de la caverna y pongo pie en la Luna. Soy judío, cristiano, mahometano, musulmán y adoro tu pubis. Soy un criminal y un ángel. Soy tu desdicha y tu amasijo. Soy hombre, mujer, travesti, tetra, pentasexual. Soy tu nube. Tu estrella. Tu peor pesadilla. Soy la arena dorada que pisas. Soy Bergman. Carver. Joyce. Céline. Teillier. Soy Hugo. Merezco ser crucificado. También merezco una mañana de terciopelo. No soy nada más que un hombre. Una mujer. Soy la mitad de un grano de arena difuminada. A mí se debe este mundo. Soy lo peor y lo mejor. Tu desayuno en paz y tu noche de desvelo. Contribuí para tu vida y tu muerte. Soy la espada encendida. Como Nietzsche, soy humano demasiado humano. Mañana seré cometa, rayo, luego nada. Como todos. Mientras tanto, en algún lugar, alguien está tomando un crucero por mí.


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