Si dejas de escribir un tiempo, luego se te olvida como hacerlo.
Lo que antes era todo pura naturalidad y un sinfín de palabras que explicaban casi cualquier cosa. Ahora se vuelve complicado después de dejar de escribir durante tanto tiempo.
Me siento vacío y sin tema. Solo pienso en el día a día y en la supervivencia y prefiero tomar una copa por la noche antes que darle golpes a un teclado mientras me reconcilio con el sueño.
Al final del día, casi nunca quiero explicar nada. Me hago mayor y lo que quería ser se convierte de golpe en lo que ya eres y aunque piensas en mejorar tu imagen y tu musculatura, tus fuerzas se evaporan. Piensas en buscar maneras de evitar la caída del pelo y reducir la barriga, pero sabes que todo esto forma parte del proceso de envejecer y luego morir. Tu baja forma física va a llegar igualmente, por mucho que te cuides y aunque prefieras cuidarte todo el tiempo posible.
No me apetece contar estas cosas. No quiero explicar la degradación de mi cuerpo, ni la fatiga de mi esfuerzo. Y si dejo de escribir es porque no creo en el futuro. El futuro no le viene bien a nadie. El futuro es una mierda.
Me vuelvo torpe. Torpe con las palabras. Torpe con las relaciones. Torpe con mi imagen. Torpe con los amigos. Torpe al caminar.
Presbicia y gafas graduadas. Pastillas para la tensión. Bruxismo.
Luego me lo niego todo. Soy fuerte y me empalmo cada mañana. Todavía no me quedé calvo. Me apetece follar todos los días y casi todo el tiempo. Soy artista y pinto y dibujo y hago cosas con las manos. Soy capaz de subir a un escenario y escupir mis letras de punk-rock con la banda de mi amigo. Soy el carpintero, el profesor, el pintor, el dibujante, el diseñador, y luego no soy nada más. Pero hasta ahora he sido suficiente, y no me ha dado tiempo a más.
Tengo el amor y tengo a la chica perfecta y parece que este amor va a ser para siempre. Luego tengo unos hijos y estos también son para siempre. Los tres son maravillosos, diferentes, especiales e inmaculados. No todo el tiempo, no con todas las palabras, pero a pesar de mí y del tiempo, seguirán a mi lado. Los amigos me quieren, no sé muy bien porqué, pero siguen siendo amigos.
A veces pienso que a pesar de mí.
Otras veces pienso que a pesar de ellos.
Ahora estoy buscando una casa donde vivir el resto de mi vida, donde pueda hacer lo que hago y escribir sobre lo que hago. Una casa grande donde entremos todos y donde todos estemos cómodos y encantados de estar juntos. Donde pueda volver a escribir sin pensar en el pasado.
Una casa donde exista un futuro
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