No somos personas, somos usuarios. No medimos nuestras acciones en términos humanos sino que "ponemos en valor" el uso de las cosas y de las experiencias.
"Poner en valor" es un eufemismo para hablar de la producción.
La "Experiencia" es el nuevo término de moda que se utiliza para convertir la vida en algo consumible.
La vida se graba, se almacena y se comparte con un teléfono móvil a través de una aplicación mayoritaria que se define como red social. Hay como cuatro o cinco redes sociales en forma de aplicación en un teléfono móvil cualquiera. La experiencia social, la socialización y el círculo de amistades se delega a terceros. Grandes compañías de datos que te interpretan, clasifican o recomiendan según el perfil, no sicológico, sino consumidor que decide a quién debes leer, comentar o coincidir en pensamiento.
De esta manera, siempre vas a tener muchos más amigos en red que en persona. La diferencia está en que las amistades en red son una manera de consumo. Las redes nos convierten en objetos de consumo y en consumidores de otros perfiles afines, pero a distancia. Rara vez un perfil afín termina siendo una amistad en persona.
La vida propia se convierte en un objeto de consumo para los demás, a la vez que nos convertimos en consumidores de las vidas de otros.
La vida se convierte en un grupo de experiencias que compartir a través de una aplicación del teléfono que nos convierte en producto a consumir y consumidores de las experiencias de otros.
El uso define la forma.
No somos personas, somos usuarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario