sábado, 16 de abril de 2022

California




Lo único que queda es esperar que te recuerden. Y en realidad ni eso, porque ¿para que sirve que te recuerden? Que te recuerden no sirve para nada.

No creo en la muerte porque no voy a estar presente cuando muera. Algo así decía Andy Warhol.

La muerte es para los demás. La gente muere alrededor, es verdad, pero tú simplemente dejas de verla. Si es eso, si que la gente muera consiste en dejar de verla, es como si se hubiesen ido un rato al Súper o de vacaciones, o se hubiesen mudado, y en muy poco tiempo olvidases que en realidad estuviesen muertos. Luego pierdes la amistad o pierdes el recuerdo, pero te olvidas que han muerto.

Ahora hay mucha gente que de pronto no vuelves a ver. Luego te dicen que han muerto. No has ido a verlos mientras morían y tampoco al funeral. En el Covid nadie visitaba a nadie y la gente moría y se enterraba sin visitas. El dolor y el drama se amortiguó como nunca antes, y las familias se ayudaron de la medicina y se empezó a hablar de salud mental en todas partes y todo el tiempo, y las farmacéuticas se volvieron a hacer millonarias a base de vender pastillas. 

Es muy fácil pensar que en el futuro las cosas sean así, que la gente que muera lo haga en silencio, sin avisar y sin que veas como muere, para que puedas pensar que se han ido a vivir a otro barrio o a otra ciudad, y que el duelo se limite a acudir al médico para que te recete una pastilla para olvidar que la gente muere y te convenza que a lo mejor la gente que dejas de ver se ha ido a vivir a california.

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