Se trata más de acertar y de encontrar la frase afortunada, antes que decir la verdad o lo que piensas que es la realidad. Aunque luego te equivoques. Aunque luego no sea la verdad y solo un parecer fortuito y poco afortunado.
Esto suele pasar: Lo de meter la pata y decir lo que parece que es y que luego resulte que no era para tanto. Siempre es mejor buscar la frase afortunada que le quite importancia a lo que sea, porque luego la realidad buscará como parecerse a la frase.
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