Sale el sol, pero hace frío, porque es un sol de invierno. Lo sientes en la piel si te quedas quieto en el balcón o tras la ventana. Sientes el sol y la luz y el calor que quiere abrazarte un momento, pero el aire está helado y sigues frio.
Afuera la calle está helada, y tu estás frío y distante, que es como se han vuelto las cosas al cabo de un año de pandemia. Las cosas ahora son así. Lo llaman nueva normalidad. Un eufemismo. Decir nueva normalidad es el sustituto a "VAYAPUTAMIERDAMEQUIERSUICIDAR"
Pero como en realidad no te quieres suicidar lo aceptas como "nueva normalidad". Las palabras te hacen manso y evitan la deriva.
La nueva normalidad te hace mucho más anónimo tras una mascarilla, donde nadie te reconoce.
La nueva normalidad te ha hecho engordar y beber más y pedir más cosas por Amazon y pedir comida a domicilio y en algunos casos volver a fumar.
La nueva normalidad es un término que sirve para no hablar de la ansiedad y del pánico.
La nueva normalidad te hace distante porque ya no quieres ver a nadie de forma presencial. Y a los que ves los vas espaciando cada vez más. De dos en dos, mejor.
El objetivo es desaparecer de los encuentros. No estar y solo ser. Ser puede consistir en estar dentro de los contactos de un lista de correos o de una agenda de teléfono. Ser es convertir tu presencia en un contacto.
Se trata de desaparecer de la presencia y permanecer en la ausencia.
Ser es estar en red.
Es todo un experimento del que no creo que salgamos reforzados.
Muchos dicen: "Vamos a salir reforzados".
Pero no podemos salir reforzados de algo que nos aniquila, nos mata y nos hace escondernos. No entiendo como se puede salir reforzado del miedo. El miedo no te hace más fuerte. El miedo te hace pequeño.
Mas miedo, mas pequeño.
Poco a poco nos vamos concienciando del malestar que causamos.
Unos dicen que somos un peligro para el planeta, para los animales y para nosotros mismos. Nuestra existencia es un desafío para los demás. Somos demasiados y las pandemias llegan para regular la sostenibilidad del planeta.
Otros dicen que somos demasiados y que acabamos con los recursos naturales y que la pandemia se inventa para recuperar el equilibrio económico.
Da lo mismo una cosa que otra, lo único que importa es no morir mientras mueren los demás.
Todos lo piensan así, incluso cuando dicen eso de "vamos a salir reforzados" aunque saben que lo único que se refuerza en estos casos es el egoísmo y la desconfianza.
La nueva normalidad no trae otra cosa que adoctrinamiento y egoísmo.
Negacioncitas que mueren asfixiados, médicos exhaustos y políticos en campaña saltándose las medidas anti-covid.
Los políticos lo saben: La gente se acostumbra a todo.
Todo parece normal.
Demasiado tiempo en casa aprendiendo a soportar el propio aliento.
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