miércoles, 5 de agosto de 2020

¿Donde está el Rey?




Nadie sabe donde está el rey. El fin de semana desapareció y luego no se ha vuelto a saber de él.
No pasaría nada si desapareciese del todo, si dejase de existir en la nueva normalidad, pero las cosas no suceden exactamente así: El gobierno sigue tras él pagando cada minuto de su escapada.
Los periodistas le siguen la pista. En televisión hablan de la República Dominicana y de Portugal como posibles destinos. Dicen que dejó una nota y después se fue a comer con unos amigos y hasta ahora. 
La mujer en Mallorca, las hijas en Mallorca, el hijo de gira por España. El gobierno de vacaciones. Los españoles en casa o con mascarilla. El Rey desaparecido. Una mortalidad en alza. Todo parece muy raro.
No se sabe donde está el Rey y nadie explica ni donde ni como ni porqué.
Imagino que la razón es que los Borbones son así, tienen que salir a escondidas una y otra vez de España, para no dar explicaciones de lo que se han robado. Desde siempre, padres, abuelos, bisiabuelos, y antes también. Los Borbones han sido así, de robar y salir a escondidas.
La carta es para el hijo. Los asuntos a los que se refiere son personales. A los españoles que les den por culo. Ninguna explicación. ¿Porqué te vas? ¿Porqué a escondidas? ¿Donde? ¿Hacía falta todo este show? Un Borbón no da explicaciones al pueblo español, porque el pueblo español no pide explicaciones. Ellos no querían ser reyes de un país como éste, tan pobre, tan inculto, tan vulgar. Los Borbones son de importación, siempre han querido estar lo más lejos posible de este país de mierda. En este país tenemos gobiernos de "izquierdas" monárquicos. La estupidez está generalizada. Mucha otra gente dice que no le importa la monarquía. No podemos ser más estúpidos. 
Si tienes una casa y un hijo y una hija. Abres tu puerta a un hijodeputa de este nivel para que te robe la casa, mate a tu hijo y viole a tu hija y luego dices que no te importa la política.
Pues por eso tenemos un Rey.
Aunque no sepamos donde está.
¿Donde está el Rey?
Nadie sabe. Los medios, rápidamente retuercen la noticia. El saber donde está el rey se convierte rápidamente en una cuestión de paparazzis y programas del corazón. Lo que convierte una fuga de capitales en un asunto de amantes despechadas. Tertulianos que no se cortan en describir como fulanas interesadas a las amigas entrañables del emérito. El dinero defraudado no es el problema, el problema son las putas del rey.
Nada que decir.
Nada que hacer.
En este país no hay guillotina.
Somos lo que comemos.

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