viernes, 20 de octubre de 2017

Por razones poéticas



Por razones poéticas no puedo vomitar sobre la mesa. Ni partirte la cara. Ni faltar al respeto. No puedo eructar, ni tirarme un pedo. No puedo ser demasiado grosero y tampoco puedo ser un adulador de los chungos. Bebo de a poco, aunque quiera beber de a mucho. Tengo que ser educado, amable, cordial, atento, agradable, paciente y saber estar. No hablar ni muy alto ni muy deprisa. Oler bien y parecer aseado. 

Por razones poéticas no puedo bostezar.
Por razones poéticas no debo hablar de política.
Por razones poéticas mi alma se siente elevada.
Por razones poéticas me muestro sensible y autocomplaciente.
Por razones poéticas no debo gritar, ni insultar, ni decir tantos tacos.
Por razones poéticas estoy triste.
Por razones poéticas creo en el amor.

Demasiado vulgar, de barrio y lleno de ira para la poesía.
Una mierda de poeta.
Y una mierda de poema.

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