sábado, 28 de octubre de 2017

Mar furioso




Ella estuvo toda la noche revuelta como un mar furioso. Bailando en remolinos hasta desfallecer, cayó derrotada sobre un lecho de hierba y cuando despertó, subió a lo mas alto de la maquina del suicidio y se estrelló contra el empedrado del Opus 40. Todas las noches hace lo mismo, con sus velas de fátima y sus poemas persas, todas las noches se derrumba en el fondo de un nuevo océano. Se rasca las muñecas de Lunes a Jueves. Llora y se lava la cara bajo la lluvia torrencial. Paso las noches a su lado. Me dibuja líneas en la mano y juega con mi pelo. Me siento recompensado y lleno de magia.

Ella es un mar furioso. Yo se que esta historia es de las que no terminan bien, pero mientras tanto solo quiero pasar noches a su lado. Una, dos o tres noches más.


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