domingo, 30 de octubre de 2016

PAOLA



Aquí está su boca: Cabello de cielo, terrón de azúcar, chocolate con menta.
Aquí estoy yo: Besándola.

Ahora lo recuerdo:
Porque ha pasado tanto tiempo que casi se ha olvidado.
Porque sólo quiero recordar lo suave que puede ser una boca.
Mejor que la pulpa de las cerezas.
Mejor que cualquiera de los dulces que comiste de niño.
Más dulce que dormir fuera de casa.
Más suave que la noche.

Es lo que llaman amor.
Yo nunca he sabido lo que significa eso.
Tampoco tengo miedo a volar.
Ni me angustia la existencia.
Aunque soy consciente del paso del tiempo,
y planeo un lugar donde descansar su soledad,
y donde decirle entre dientes que estamos bien,
si ella está bien. 

Y que no hace falta llegar a todas partes, de nuevo.

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