En la Dirty-Disco del pueblo costero. A finales de Marzo de 2004. En fuga. Ella era hermosa y estaba sentada sola. Yo era hermoso y yo estaba sentado solo. El único riesgo aquí era una mala conversación. Ella dijo que tenía que probar el sándwich de aguacate. Yo le dije que tenía una frutería pakistaní debajo del apartamento que no cerraba de noche. Me dijo que había venido a la costa para relajarse y tomarse un tiempo para estar consigo misma. Yo le dije que estaba aquí por las mismas razones, solo que en mi reflexión no descartaba compartir tiempo y espacio con otras personas.
- Mañana no tenemos porque volver a quedar- le dije
- Ya se verá, esa es mi única condición.- Me contestó
Podía escuchar un poco de su acento ucraniano. Nunca mezclar un acento ucraniano con un acento ruso. Ellos se ofenden.Pedimos otro par de bebidas azules fluorescentes. Las sirven adornadas con sombrillas de papel y saben a jarabe con Vodka.
- ¿Así que eres un slashie?- Preguntó.
- Mañana no tenemos porque volver a quedar- le dije
- Ya se verá, esa es mi única condición.- Me contestó
Podía escuchar un poco de su acento ucraniano. Nunca mezclar un acento ucraniano con un acento ruso. Ellos se ofenden.Pedimos otro par de bebidas azules fluorescentes. Las sirven adornadas con sombrillas de papel y saben a jarabe con Vodka.
- ¿Así que eres un slashie?- Preguntó.
- ¿slashie?
- Si, ya sabes, un cineasta o fotógrafo, "slash", "slash", escritor o músico ...
- No, no - le contesté. -Yo soy un pony de un solo truco. Soy un contador de historias.
¿Lo que yo vi en ella?, la bella que era. Una belleza superficial. El tipo de belleza que necesitaba. Estoy pleno de "no me importa una mierda tu historia". Tan vacío como mi pasillo interior, que me dice que no hay nada más aquí. El alcohol lo hizo de nuevo. Bloqueó mi cerebro, dejé de pensar y me permitió penetrar en la noche. Querer vivir es tan extraño como querer morir
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