Aquí está la piel que dijiste que amabas colgando sobre la parte posterior de la silla de la cocina. Aquí están los dientes. Aquí está el esternón, la clavícula, el peroné. Aquí están los huesos de ángel colocados sobre la cómoda como antigüedades , como joyas. Aquí están los lóbulos de las orejas, los codos. Marco con pintalabios un corazón sobre tu vientre. Marcas de belleza cerca de mi templo. Siempre tengo un gemido para ti. Aquí están mis muslos, mi fémur. Los diez dedos de los pies, todos los dedos. Mi hueso púbico envuelto en una bolsa de terciopelo. Su nombre en la etiqueta. Su nombre en todo. Aquí está el cuerpo que te amaba. Aquí está el corazón, ensangrentado y con ganas. Éstos son mensajes de voz borrachos, textos sobrios. Aquí está tu promesa de permanecer. Un zumbido solitario en mi cerebro, donde tu nombre desaparece. Aquí está mi columna vertebral. Aquí está todo el hueco. Aquí está toda la añoranza. La lengua pesada, los vocales rasposas en desacordes. Aquí está el naufragio. Aquí está la ciudad más tranquila. Tu lado vacío de la cama. Aquí está el poema que no nos puede salvar. Aquí.
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