Cuando era niño, una vez soñé con Dios.
Soñé que le encontraba dentro de un armario,
en medio de una ciudad destrozada.
La ciudad había sido arrasada por el fuego
o por alguna explosión...
y rodeado de escombros había un armario.
Allí, en medio, completamente solo.
Entonces yo me acerqué al armario y abrí la puerta.
Y dentro de él estaba Dios, escondido.
Recuerdo que tenía una gran cabeza de león,
pero yo sabía que no era un león. Era Dios.
Él estaba asustado.
Yo..., yo le tendí la mano
para ayudarle a salir del armario.
Y..., y le dije: "No tengas miedo, Dios.
Yo estoy a tu lado".
Y nos quedamos allí los dos, dándonos la mano,
contemplando todo aquel desastre,
justo después del atardecer...
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