Atiendo el teléfono y La Voz me dice: Tenemos secuestrada a tu mujer, si quieres verla viva te costará €10.000. Corta. Fumo cinco cigarros, vuelve a llamar. La Voz: Estás ahí cabrón, tenemos a tu mujer, ahora te dejo con ella: Mi amor, haz lo que te dicen, te amo mi amor, ¡Ho no! No me toques maldito hijo de la gran chingada, por favor amor paga esa mierda y pronto volveré a ti. Vende esa puta primera edición de Borges que no te sirve de nada, están dispuestos a todo, te amo. Gritos difusos. Corta. Deambulo por la habitación. Fumo quince cigarros. Me tomo cuatro cubatas. Suena nuevamente el teléfono. El secuestrador me dice: transfiere los €10.000 a esta cuenta pinche cabrón. Me da el número de la cuenta. Me tomo otras dos cubatas y me voy a la cama.
...
Inmaculada decepción
No hay comentarios:
Publicar un comentario