jueves, 29 de diciembre de 2011

Sin compañía excepto el miedo


Mira su reflejo en la pantalla del televisor, tratando de decidir si debe o no llamar a una de las prostitutas que dejan su número en el chat del programa de madrugada. Lo ha hecho en muchas ocasiones, pero hace ya bastante tiempo, o al menos es lo que se dice. No se trata de relaciones sexuales, es otra cosa, se trata de las idas y venidas, se trata de la vida y su discurrir, del paso del tiempo y de la rutina. Aunque sabe que está mintiendo. A veces, y a veces es ahora, un hombre necesita a alguien de carne y hueso, que no esté muerto, que esté vivo.
No se trata de contratar una puta. En el fondo sí se trata de eso, pero es diferente. Se trata de aceptar los sentimientos que sentían por nosotros otras personas, aunque no los correspondiéramos, esos sentimientos eran importantes. Ese amor no deseado, no correspondido, es un regalo que te hacen. En el amor y en el sexo cualquier consejo es válido, porque el amor y el sexo son tan extraños que, seguramente, los extraños tienen la clave de lo que se debe hacer.
Marca el número de teléfono que aparece en pantalla:
Támara. Sensual, cariñosa y exquisita amante. Soy una persona tierna, sencilla y descomplicada, quisiera conocer hombres serios, honestos y tiernos capaces de hacer sentir viva a una mujer, me gustaría llegar a tener una amistad en la cual no tener secretos sexuales, pero para llegar a esos secretos, requiero seguridad y confianza en ti. Te espero.

Llámame al xxx xx xx (Madrid centro). Te estoy esperando. No acepto SMS ni números ocultos.


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