sábado, 12 de marzo de 2011

La poesía es tan aburrida...





Estoy en contra de la poesía. 
Estoy en contra de los poetas. 

Un poeta no es otra cosa que un vago que comercia con ataúdes. Una especie de sacerdote que no cree en nada. Un Napoleón Bonaparte que duda de sí mismo. Un vagabundo que se simula reirse de todo, hasta de la vejez y de la muerte, hasta del amor. Un poeta es un tipo de interlocutor malhumorado y que no deja hablar. Un egocéntrico, que solo se escucha a sí mismo. Dice que ama a todo el mundo, cuando en realidad solo se está masturbando. Duerme en una silla y come frutos secos, el poeta es lo mas parecido a un chimpancé con un Ouke-lele interpretando una canción folk.   Pequeños burgueses con una edición de la Revolución de bolsillo. Un inocente, nada inocente. El poeta es un capullo. Los poetas son un montón de capullos.

Lo que nos traen los poetas.

Lo peor del haiku. Lo peor del lenguaje poema. Los peores poemas de taller. Los peores poemas que citan a las madres. Los peores sonetos. Las peores descripciones del sexo. Las ideas mas equivocadas del amor. Los peores textos donde citan el Arco Iris. Los peores manifiestos para una revolución. La peor utilización de la palabra "capitalismo". Los peores formalismos. Toneladas de frases hechas y concepciones de la vida baratas. Incalculables frases para escribir mensajes mal redactados y mal escritos a través de teléfonos móviles de última generación. Apologías de lo memo, de lo cursi, de lo elevado. Increíbles manifestaciones de lo mas profundo del alma del poeta. Toda la mierda cantante y danzante del mundo... En un poema dedicado.

Estoy en contra de la poesía. Arrojemos dinero sobre los poetas. Escupamos sobre sus libros. Despreciemos sus palabras y quememos sus bolsillos. La producción literaria está determinada por las condiciones del poder. Repito la frase, por si pasa de largo en este largo texto: La producción literaria está determinada por las condiciones del poder. Todo lo que el poeta dijo que usted había dicho era mentira. Todo lo que el poeta recuerda, nunca sucedió. Todo es pura poesía.


Invita a un poeta a cenar y háblale del amor, de la vida y de los ideales y los sueños que se venden a diario  por empresas, por puro lucro, y háblale de como cierran las fábricas. De las iglesias que tienen también mucho que decir, con sus poetas clérigos amenazando con el amor de Cristo. De las pruebas de laboratorio con animales, y de la conciencia olvidada en las solapas de los libros. Háblale de las agendas ocultas, las culturas corporativas, los buitres codiciosos, y del traje nuevo del emperador. De los trabajadores sociales, los políticos, los periódicos impresos de no-noticias que nos dicen todo lo que pensar, hacer, comer y beber. En los postres le puedes hablar de la lucha contra el terrorismo, contra el tabaquismo, contra esto y contra eso. Y sobre las órdenes de contra lo que hay que estar. Y del hecho de que cuanto más complicado se vuelve todo, mas sencillo es seguir las órdenes. Después de cenar, le puedes preguntar al poeta: ¿Dónde está la vida en todo esto?

¿Por qué La mayoría de la poesía es tan aburrida?
Mi abogado me aconseja que no lea poesía. No sea que me influencie de alguna manera y que me encuentre con alguna demanda. Realmente: soy demasiado perezoso para buscar poesía y leerla.

La poesía es tan aburrida...

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