En Groenlandia

Sabes que esto es para ti. Eso lo sabes ¿No?.Si que lo sabes. Sabías que era para ti, incluso antes de que empezase a escribirlo. Te lo había prometido. Para ti. Es que tengo que escribirlo ¿sabes? No sé cómo empezar sin ser cursi  y sin hablar de la Luna, del mar, de mi larga lista de tareas, de mi barba larga, ni de mí, en vez de hablar de tí. Sin tener que escribir haciendo una lista de cosas que riman, o de cosas que huelen al espíritu de la primavera, o de todas esas cosas que sirven de introducción para las grandes tareas del amor. Ni de que estés a 10.000 Kilómetros, ni de que yo esté en Groenlandia. Todo eso, porque precisamente, no quiero escribir como un primaveras, ni como un "alaluna", ni rebuznar, ni aullar, ni ulular, ni otra cualquier cosa que no sea lo que de verdad soy contigo. Quisiera convertirme en Bruto, y ser Bruto es, seguro, la tarea mas importante de las que tengo anotadas en mi agenda. Y ser él quien te escriba el poema.  ¿Sabes que nunca me gustó Bruto? Pero él podría escribirte el mejor poema de amor. Yo en cambio… ¿Qué te puedo escribir? ¿Qué te quiero? ¿Qué todo el día pienso en ti? ¿Qué tu rostro se me aparece en todos los anuncios de televisión? Y  en las tres luces del semáforo. En el cielo de Madrid. En mis papeles en blanco. Con tirantes por el paseo de recoletos. Conduciendo en el coche que adelanto en la m-40 dirección Valencia. Desnuda a la entrada de la casa cuando entro por la noche, cuando salgo muy de mañana. No sé cómo empezar. Tengo que leer a los que saben que decir. Esto que sería un poema, si fuese como un poeta, que no lo soy. Y buscar al poeta, para encargarle uno. Por SMS  a un servicio de 902. Uno que sea el mejor poema del Mundo. Luego pienso que debiera escribirlo. Que yo debería escribirlo. El tal Bruto. Pero no me animo. Que mi poema sería cursi. Que caería en elementos que riman. Que hablaría de la Luna. Del mar y de ti. Entonces lo dejo. Me digo que un día escribiré un poema. Un poema para ti. Un poema que sea el mejor poema del Mundo. Que hable de ti y de mí y de la primera noche. Aquella vez que pensé que no haría otra cosa en la vida hasta que no consiguiese levantarte la falda. Pero como no se como se escriben poemas, entonces decido que mucho mejor sería dedicar una canción, esa que dice que atravesaré el mundo y volando llegaré hasta el espacio exterior. Y que yo te buscaré en Groenlandia, en Perú, en el Tibet, en Japón, en la isla de Pascua. Y que yo te buscaré en las selvas de Borneo, en los cráteres de Marte, en los anillos de Saturno. Cruzando amplios mares, escalando altas montañas, descendiendo los glaciares. A través de desiertos, las junglas y los bosques. Todo eso, porque como dije antes, una noche pensé que no haría otra cosa en la vida hasta que no consiguiese levantarte la falda.

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Mis agradecimientos a

 Hugo Vera miranda, El poeta al que encargué el poema

y a los Zombies, a quién les robé la canción

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Groenlandia