miércoles, 22 de septiembre de 2010

PAUSAS Y MÉTODOS DE DESAPARICIÓN EN EL "ARREBATO" DE IVÁN ZULUETA (4)

LA SIMULACIÓN


El cine es, fundamentalmente, una forma de expresión realista. Tiene la facultad, con superioridad respecto a las demás prácticas artísticas, de hacer las cosas creíbles. Puede mostrarlo todo, y en consecuencia debe mostrarlo todo. Jean Claude Carriére apunta: “Y, sin embargo, no se muestra todo. El cine lucha sin cesar contra su propia condición y, sin duda, todos los grandes cineastas proceden de esta lucha. Los que hacen cine como podrían hacer cualquier cosa se contentan con plantar la cámara en el lugar que les parece mas propicio y dejar que se desarrolle ante su objetivo una acción hecha de ilusiones repetidas, de torpes aproximaciones. Utilizando un lenguaje prefabricado al que no añaden nada, repiten formas que sólo tienen treinta o cuarenta años y que ya nos parecen arcaicas. Diría se que se niegan a ver lo esencial, la verdadera lucha. Cruzan los brazos ante esta realidad híbrida y recurren a lo más fácil, a lo más convencional.”

Se olvida con facilidad que el ojo de la cámara solo ve lo que se le muestra, y que el hecho de rodar una u otra cosa corresponde a una decisión tras la escena. Sin embargo aquello que se graba, que se pone en orden tras un montaje y que se exhibe ante un público es Totalmente Real. Incluso puede llegar a ser más que real, puede ser “La Realidad”. Porque de hecho puede sustituir a la realidad, remodelarla o reconstruirla, borrando y haciendo de ésta un posible Kistch cinematográfico. Este Kistch cinematográfico lo apreciamos claramente en una escena de la película Arrebato, en la cual el personaje de Ana se transmuta a través de un disfraz en Betty Boop. Es una secuencia musical que recuerda a un cabaret: La pantalla de súper 8 haciendo de telón, la luz del proyector iluminando la actuación y la música en play-back. Es una simulación doméstica del Kistch cinematográfico. José se evade de la realidad, ante sus ojos Ana es mucho mejor como Betty Boop que como la propia Ana. El encantamiento desaparece en el momento que la música termina y Ana se retira la peluca. Todo ha sido un simulacro y lo que viene después es siempre mucho peor. La realidad ha dejado de ser interesante.


“Es muy difícil enseñar la historia del siglo XX sin recurrir a las imágenes del cine y de la televisión. Nuestra visión del pasado, y quizá también nuestro sentido de la historia, pasan principalmente, hoy en día, por el cine.” Según Jean-Claude Carriére

El imaginario colectivo, gracias al cine, se convierte en algo tan importante como el acontecimiento. El cine aconseja el borrado de toda referencia anterior a la puesta en cuadro de los hechos. Tal vez sea esta la razón por la que el medio cinematográfico se resiste a ser arte cinematográfico, ya que el cine no parece querer ser otra cosa que cine, borrando todo aquello que pueda distraer nuestra relación con la realidad filmada. “No es a mí a quien le gusta el cine, es al cine al que le gusto yo”. El cine es la realidad.

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