jueves, 25 de junio de 2009

Nada que hacer


Están los que opinan que el trabajo de pintor se parece al de un payaso. Para ellos, el Joker es el autentico artista.

Otros consideran que sobre todo es un hecho intelectual. Y aquí es donde entra el dinero. El verdadero artista, el mas inteligente: El artista empresario, con la obra mas desnuda, la mejor financiada.

Y al final, la pintura se parece a la vida. Tal como es, como un chiste tonto y casi siempre de mal gusto.
La envidia de todos estos pintores es el artista NAIF, con su cerebro lleno de colores, de historias simples, de no saber, de no conocer nada, nada de nada, absolutamente nada. Y sin problema ninguno. Con su ignorancia despreocupada, sin ningún tipo de vergüenza de confesarse artista.
Todos los pintores quieren ser NAIF, y vivir junto al mar, o en el campo. Cambiar sus cuadros por una botella de aguardiente, por un menú de bar, por una mamada de la mejor mamadora del pueblo, a la que pinta desnuda. Y cambiar los cuadros por unos cigarrillos, o por material de pintura. Y regalar el resto, por que sí, por que son bonitos, por que hay que pintar más Y no firmar nunca los cuadros. Y no saber que se es NAIF, ni saber lo que significa. Porque los cuadros son bonitos, las mujeres hermosas, y el arte lo que pintan los artistas.

Ahora soy el NAIF, nací en una aldea perdida en las profundidades de un bosque tropical. No tengo nada, solo el aire, la luz y la mirada reflejada en el horizonte, mejor en el mar. La mirada despejada. La nevera vacía, pero la barriga llena. No tengo nada, pero todo es perfecto, y de muchos colores. Soy el tipo mas simple del mundo. No se nada, y no sabré nada. Pinto mis cuadros, y por las tardes bebo aguardiente, y el vacío y la nada.

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