Sin embargo a jv se le había pasado el humor depresivo y sintió que poco a poco le embargaba una sensación de éxtasis, consecuencia de la furia, junto con una especie de orgullo morboso, al mirar el espectral paisaje. "Y me marcho" dijo. "Soy el que siempre quiere irse y siempre se queda" pensó. Era como si, en realidad, estuviese moviéndose en medio de su propia creación, y aun cuando dicha creación fuese un fracaso, la sensación era casi divina. Pues, ¿Acaso no podemos pensar que Dios mismo se mueve dentro de Su creación del mismo modo espectral? ¿ Y como hemos de verlo, si no, cuando sentimos vagamente que tiene poder para excluirnos por completo y en cualquier momento de Su extraño y tenebroso manuscrito?
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Inspirado en la lectura de:
"Oscuro como la tumba donde yace mi amigo"
de Malcolm Lowry
Dios, Dios...siempre Dios, que no Javier.
ResponderEliminarEsa chica se esconde...
Lo de Dios es porque me pongo a exagerar , será por haber ido a colegio de curas. No lo puedo evitar.
ResponderEliminarEn realidad no me acuerdo nunca de él, el médico me prohibió de pequeño pisar las iglesias.
Aclarar que el texto, como casi siempre, es un plagio total del autor que cito.
ResponderEliminarEso de que el texto es una copia ... Siempre dices lo mismo.
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