sobre la pintura 8ª parte

Una vez más había cometido la tonteria de escribir impulsivamente y enviar enseguida el mensaje por sms. Las cosas importantes no hay que enviarlas enseguida, hay que guardarlas por lo menos un día, o una semana o no enviarlas nunca. Pero era como si el demonio ya estuviese para siempre en mi espíritu. La mejor manera de perderse era la rendición absoluta, sin negociar, el abandono a lo peor de uno mismo. Además, ya estaba todo cerrado y no tenía tabaco.

Pero con lo que no contaba era que la rendición necesita del otro, de a quién te rindes. Sin ésto, no hay rendición posible, sin ésto no cambia nada. Me dí cuenta que llevaba muchos años moviendome con rapidez, pero en el mismo sitio, y así no cambian las cosas. La velocidad no importa, si no cambia el paisaje.

Esa noche no hubo respuesta. A ella no le gustaban los tipos dramáticos, por maleducados. Los artistas no deberian buscar la grandeza, ni la originalidad. Es de muy mal gusto poner de manifiesto la mediocridad en la comparación de "lo artístico" con lo demás. Los artistas no son más que "nuevos ricos" de la conciencia, animales impúdicos que cuentan lo que no deben contar. El arte se comunica por otro lado, no solo con lo sublime, sino con la basura. Debajo de "la cosa intelectual" no hay otra cosa que desesperanza y sexo, y eso también lo encuentras en los burdeles.

Ella pensaba que todos teniamos la misma insignificancia, que de algún modo nos haciamos feos poco a poco. Yo sabía que esto era cierto, por lo que prefería seguir con mi "método de dibujo". Lo que me aterraba era pensar que ella también podía ser fea e insignificante, que seguramente lo era, que de hecho así lo había asumido.Y que para no hacerme más daño me haría bien con sus mentiras, con sus inconsecuencias, con sus hechos ocultos, con la simulación de sus sentimientos y sensaciones.

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inspirado en la lectura de "El túnel" de Ernesto Sábato

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"contar lo que no puedo contar"

lagartija nick