como los demás

Yo siempre he querido ser como los demás. Y pensar en las cosas que realmente merecen la pena, como tener una nómina, una familia, una casa, un banco que me quiera a través de una hipoteca, un coche cada 5 años, dos pagas extras al año, domiciliar los recibos, follar a mi mujer los sábados mientras vemos salsa rosa en una tele-grande-de plasma-que-te-cagas. Vigilar las comisiones y los pagos. Pensar en follar el resto de la semana. Ser eficaz en el trabajo. Cenar en pareja con los amigos de ella.

Y que me guste el futbol para verlo con mis amigos y cualquier otro deporte donde vaya bien España. Vacaciones en verano con los niños, y algún fin de semana romántico durante el año. Hablar del trabajo con la gente del trabajo después del trabajo, y hablar de tías con los amigos de siempre, que no son del trabajo, con los que sigues teniendo contacto: una vez al mes para cenar y seguir siendo amigos.

Tantas cosas: Tarjetas de crédito y de débito, sonido sourround, adsl con llamadas, navegador a bordo, seguro médico, seguro dental, hogar protegido con alarma, televisión en el salón, en los dormitorios y en la cocina. Muebles de diseño. Escuchar a los hijos, entenderles, atenderles y saber que les falta antes de que ellos intuyan que les falta algo. Votar una vez a unos y luego a otros, haciendo uso de la democracia. Cambiar de opinión. Tener una opinión. Comprar el periódico. Informarse. Enfadarse con temas de actualidad. Engordar y preocuparse por el colesterol. Hacerse viejo tranquilamente.

Yo siempre he querido ser como los demás, y estar ocupado pensando en las cosas importantes, y no pensar en uno mismo. Pensando en tantas cosas, no da tiempo a pensar en nada mas, solo en el otro y, eso si, en dar amor.