Los objetos seguirán existiendo cuando tú te mueras. Al fallecer todas tus cosas estarán donde las dejaste. Existirán a pesar de ti y aunque dejen de tener el significado que les diste, por un tiempo, estarán dispuestos a tu manera.
Luego se dispersarán, algunos se perderán o acabarán en el basurero y otros formarán parte de otra colección de objetos de otro humano por fallecer en un futuro más o menos cercano.
Pienso en los coleccionistas y su angustia al pensar en lo que sucederá con esos objetos que suponen el empeño de una vida, cuando sus propietarios dejen de estar. ¿Qué pasará con sus colecciones? Conservadores de objetos que tienen un valor incalculable en manos de sus dueños, pero que pierden todo el valor ante su ausencia.