jueves, 2 de abril de 2020

Muchas promesas y muy pocas rosas


En Madrid, estamos todos en casa escapando de la enfermedad y en favor de la salud del planeta. Porque de repente no salimos por ahí a contaminar a lo bestia, y escuchamos pájaros en lugar de coches y el ruido que nunca ha cesado desde que recuerdo, ahora, de repente, ha dejado de existir. Ahora reina el sonido de los parques y del aire y de la lluvia y de las palmas de la gente en los balcones a las ocho de la tarde. Todos estamos en lo mismo y nos acostumbramos a pensar en las cosas sencillas a pesar de la incertidumbre que impregna toda idea de futuro. Nuestra prioridad es no contaminar y no ser contaminados.

Ahora, te dicen que cierres tu negocio y cierras tu negocio. Que dejes de trabajar y dejas de trabajar. Que te metas en casa y te metes en casa. Que compres papel higiénico y compras papel higiénico. Que veas televisión de pago y que pidas un crédito puente y que intentes sobrevivir y que no te preocupes que te van a ayudar. Que intentes pensar en positivo y que no pienses demasiado en muertos y en gente agonizando que no puede respirar y que pintes arco iris con tus hijos y des las gracias y que sigas protocolos de desinfección cada vez que salgas a comprar y vuelvas a casa, porque todo se desinfecta, todo es sospechoso de contagio: La compra, la bolsa de la compra, las llaves de tu casa, la ropa que te has puesto, el pomo de la puerta, los zapatos, el pelo si lo llevas suelto, la barba, los guantes si los tienes y la mascarilla que seguramente no tienes. Incluso, después de hacer una lista de todas las cosas contaminadas, se te olvidan muchas más. Porque es imposible vivir en un entorno totalmente seguro a la infección.

Tienes suerte de estar vivo porque la gente se muere de a mil. Se contagia de a diezmil. Y todo es un problema. El problema de la acumulación de enfermos, y el problema de la cantidad de agónicos, y el problema de la acumulación de cadáveres y el problema de enterrarlos o incinerarlos y el problema de transportarlos antes o después mientras están vivos, agónicos o muertos.

Y luego te atormentan con el buen ánimo, con lo positivo, con lo buenos que somos y con todas las promesas. Canciones y Slogans en vez de Drogas. Porque los políticos prometen cosas y si uno promete esto, el otro promete lo siguiente y así se entienden entre ellos. Y luego te dejan tirado, pero agradecido, porque por ahora no te estás muriendo. 

Los autónomos siguen pagando su cotización a la seguridad social, sin trabajo y en casa. Aunque te digan que no, pero es que sí. La hipoteca también la cobró el banco, y la moratoria pues debe ser que es para un poco mas tarde, cuando tengan tiempo los bancos. Los créditos ICO se están gestando en las oficinas de los ricos, para ver cómo volver a sacarle el beneficio a todo ésto, previendo la avalancha de solicitudes. Los ERTES disparados y a pesar de ésto, llegamos al millón de nuevos parados en menos de una semana, aunque te digan por televisión que está prohibido despedir. La ayudas anunciadas por las comunidades tardan más en anunciarse que en cancelar su disponibilidad

En general casi todo son anuncios sin contenido. Material caliente con el que unos insultan a otros: El de derechas contra la ¿izquierda? tradicional, y el nuevo rico de todavía mas a la ¿izquierda?, ahora parte del gobierno, contra la otra nueva derecha mas a la derecha todavía.

¿Y entonces? Pues todos a enviar mierda envenenada de que si este es un falso, el otro un hijodeputa, el de mas allá no tiene vergüenza, etc, etc. Y mientras tanto, pues a morirnos todos. Y mientras tanto, pues a volvernos todos pobres en menos de quince días, porque no son conscientes que los del congreso tienen el dinero, los FANS no.

La gente quiere volver a la normalidad, y de lo que no se dan cuenta es que la normalidad está llena de estos mismos carroñeros llenos de ganas de apoderarse de lo que tengas. Lo mismo que hace diez años, pero con nuevos actores, para que parezca diferente. 

Todavía no sabemos cuando vamos a salir de casa y ya nos están avisando que la situación se va a repetir después del verano, para que entiendas que esto no va a ser una experiencia aislada. Nadie puede hacer una predicción más allá de Septiembre. El Futuro ha dejado de existir, y de lo que no existe no se puede hablar.

Sólo tengo claro lo siguiente:
Que lo que no se puede es VOLVER, sino EMPEZAR.

2 de abril de 2020. Domingo, decimonoveno día de aislamiento obligatorio en España

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