viernes, 13 de enero de 2012

Hallejujah









Haciendo autostop a una ciudad del desierto, pensando que nunca planeé este viaje, y mirando al sol que aparecía entre las nubes. Pensando en mis días pasados como una parrafada de un sermón  de la montaña: 


El 1 de Enero a las seis de la tarde, la oriental de las tetas grandes me echó a la carretera mientras me gritaba en un idioma indescifrable. La misma carretera que había estado mirando por la ventana del coche la mayor parte de la mañana. Había visto las lágrimas de la lluvia resbalando en el cristal  y el viento soplando fuerte, vicioso y rápido. Lo que debería haber tomado como una advertencia me cojió de sorpresa. 


El día 31 de Diciembre me besé con ella por primera y última vez mientras daban las doce en la Puerta del Sol y decidíamos fugarnos hacia el infinito ( Y mas allá ) sin mirar atrás. Apenas unas horas mas tarde nuestro romance había terminado definitivamente, me había echado de su coche, en ningún sitio, sin ningún nombre, sin ningún teléfono, sin ninguna lágrima. Ya me lo habían dicho, los negocios que se hacen de noche y por la noche, son para la noche y no tienen vigor cuando amanece. 


El día 30 de Diciembre mis comidas estaban mal preparados. Mi máquina de escribir se había vuelto muda como una tumba y mi piano esperaba agazapado en un rincón de mi habitación con todos los dientes esperando. A la medianoche salí de casa sin abrigo, sin hacer caso a mi médico de cabecera. Busque los caminos mas oscuros y las calles mas escondidas, me infiltré en los peores tugurios de Madrid, haciendo el papel de un policía corrupto de la secreta, sin nombre, sin apellidos, sin tarjetas de crédito y con un buen fajo de billetes que gastar. Mi suicidio económico de fin de año, pensé. Si no te queda nada mas, es que no hay nada mas que hacer. Solo desaparecer. El frío hizo que mi ropa se aferrase a mí como un sudario. Caminé un poco más y  se alzó ante mí una pequeña casa con todas las esperanzas y  sueños que mi solución final esperaba. La casa de putas de neón azul, donde el calor de la barra, el calor  de las chicas y el calor del reservado te hacen pensar que estás "como en casa". Mi ángel me dijo al oído: "¿Por qué no vienes aquí? " "Se te ve empapado hasta los huesos", Me volví hacia el ángel y era mujer y la mujer era joven y me besó en la  mejilla. Pensé que si mi médico estuviese aquí, nunca me recibiría con un beso en la mejilla. Permítanme aceptar la invitación. 


Ya de madrugada las lágrimas brotando de mis ojos mientras hundo mi cara entre las grandes tetas de la oriental. Grito Aleluya desde la profundidad de la carne y nadie me escucha, el airbag amortigua mi voz. Necesito veinte cubos para recoger mis lágrimas y un millón de trompetas para silenciar mis gritos, necesito de veinte chicas bonitas para llevar abajo mi pene erecto. Grito Aleluya y necesito veinte agujeros profundos para enterrar mi calor. Necesito un harén entero para saciar mi sexo. 


Llegando al nuevo año, a pocas horas del final, se cae, se viene abajo. Lentamente se calma. En el espejo de la habitación de la casa de neón miro como los ojos de Lázaro eran de color rojo, y mirando bajo mi vientre intento que se levante y ande, pero ya es imposible. Es de día y aturdido me pierdo en doce direcciones distintas,  buscando mi propio reflejo. La Oriental de las grandes tetas me baña, me afeita y tarda mas de una hora de mamada en intentar que se me vuelva a levantar.
Casi son las doce cuando salimos, celebramos el año nuevo por todas las esquinas, juramos una vida nueva, sin nombres, sin pasado, sin conocidos, sin miedo. Vaciamos una botella en la garganta, otra en la cabeza y otra mas sin saber si quiera por donde metérnosla. Nos fugamos ahora hacia ninguna parte.


El 1 de Enero de un año nuevo, estoy solo de nuevo. En una ciudad del desierto. Creo que  he encontrado un futuro ( ¿Dónde comenzó). A las 20:00 pienso que soy un  santo, pero esa no es la historia. A las 20:15 estoy cansado, me siento caer y espero. Estoy esperando, esperando a que tu mano me lleve cerca de un lugar fuera del desierto, en un nuevo día, de un nuevo año, de una nueva vida.

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