jueves, 10 de enero de 2008

Lo que se me ocurre


Se me ocurre que "todo pensamiento tiene el sonido de una tirada de dados".
Se me ocurre que el azar es el que ordena los pensamientos.
Que lo que sale de mi boca, las palabras, las frases, quedan almacenadas en algún lugar de mi memoria, emparejadas con las imágenes que las provocaron.
Dibujar es pensar.
Pienso en imágenes, y me cuesta un gran esfuerzo traducirlas en modo texto. Quiero ser claro, e intento decir solamente lo que quiero decir, sin más, pero aun así, las palabras se interpretan, se les da significados de los que carecen.
Una imagen tiene los límites muy claros. Intento que carezcan por completo de nada más que lo que se ve en ellas. Con todo esto, mi método de dibujo, sigue siendo contradictorio, caprichoso, egoísta y auto complaciente. Debería dibujar con la mano izquierda, pero en lugar de ello, escribo. Porque la escritura me resulta extremadamente complicada, me fastidia, me hace salir de mi posición cómoda como pintor, me hace sentir torpe, mostrar mi desesperanza. Me impongo la escritura para encontrar mis propias definiciones, mi biografía.
Lo que se me ocurre, pensando en que es lo que debo hacer, que es lo que debo salvar, en cuando voy a dejar de estar siempre a la contra, en cuando voy a estar de acuerdo, con quién me entiendo, y a quién le puede interesar todo ésto. Lo que se me ocurre es muy poco. En este tipo de cosas no se me ocurre NADA. Que dirías tú?... "Que no haría Jesucristo"?... Quién sabe que cosa?. En definitiva, creo que ser Bruto es la única cuestión que realmente debe importarme.
Lo que se me ocurre es que la primera cerveza es la mejor del día, que el "Gin-Tonic" sigue siendo una bebida de vanguardia, y que los mojitos están muy ricos, pero no se pueden tomar a solas.
Se me ocurre que dibujar mujeres imposibles, mujeres anti-perfectas, hombres sospechosos, música, salidas de tono, comida rápida, pensamientos rápidos, basura, adorables monstruitos, es seguir haciendo lo que puedo . Seguir "Kippembergeando" todo lo que puedo.
Me pregunta un amigo sobre mi economía, y se me ocurre que sobre economía solo conozco dos situaciones: subida en cuesta y caída en picado. Pero que no pasa nada, que en el peor de los casos, un día, si la cosa se pone realmente fea, lo peor que puede pasar es que me tenga que poner a trabajar, y que mientras llega ese momento al menos me pinto otro par de cuadros y me tomo algo con él. Que merece la pena.
"Beberemos petroleo, escupiremos fuego".
Imagina el arte, imagina al guerrero que marcha y deja su sombra en la pared. "Imagina a Cleopatra levantándose de su alfombra desnuda y perfecta y tal como siempre has querido que fuera. Imagina a Salomé. Imagina a Marilyn Monroe. Que pudieras viajar a cualquier sitio de la historia y que quisieras estar con cualquier mujer, con mujeres que hicieran cualquier cosa que tú imaginaras. Mujeres increíbles. Mujeres fabulosas.
El teatro de la mente. El burdel del subconsciente."
Así fue como empezó.
Me dice mi amigo: "Es curioso, nunca pienso en las mujeres que he tenido. Siempre me acuerdo de las que pasaron de mí, de esas no me olvido nunca."
A mí me pasa que cuando termino un dibujo, lo olvido. No recuerdo cuando, ni donde, ni porqué hice tal cosa. No siempre, pero es frecuente.
"Hay un fenómeno opuesto al déjà vu. Lo llaman jamais vu. Es cuando uno se encuentra con la misma gente o visita un sitio una y otra vez pero siempre es como la primera vez. Todo el mundo es siempre extraño. Nunca hay nadie familiar."
Se me ocurre que habrá que llegar a alguna parte, que habrá que buscar las diagonales.

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