viernes, 12 de septiembre de 2025

Algoritmo

 


En realidad no queremos conseguir aquello que creemos querer.
En realidad nos da igual si lo que creemos es cierto.
En realidad preferimos no poner en duda el algoritmo.

La realidad y la verdad


La realidad existe para que todos podamos especular con ella. Lo cierto o lo verdadero suelen ser justo lo contrario de lo que significan. Lo humanos inventamos las palabras para poder dar forma a todo lo que se nos presenta y al darle forma hacemos que la verdad sea justo lo contrario de lo que significa. Por eso los humanos intentamos en todo momento destruirnos, porque somos la gran broma de la naturaleza.

Razones para amar



No tengo ninguna razón para amar a Paola. 

Si tuviese razones para hacerlo, no lo haría.

Las palabras o la razón nada tienen que ver con el amor.


Voy y vengo



Vamos y venimos de hospitales. 

Vamos y venimos a casa.

A veces del trabajo a la casa,

y a veces de la casa al trabajo.

A veces te pierdes y no sabes donde ir.

Si no sabes donde vas, dirígete al cementerio.

No tiene perdida.


Tan Hermoso

Tan hermoso el día y no estoy follando
 

FINAL


Canta la ciudad en su negro color

y en su hueco grande y hondo se escucha sólo el rumor de la palabra
la vida en su disolución y del amor la pústula
se guardan en la poesía como basuras

la poesía es la tumba de todo

la poesía es el cadáver de la vida que algunos pasan cargando ante

tu puerta

He dormido en muchos lugares


 Primero en el útero, mi propia cápsula espacial en el universo de mi madre, mis párpados pegajosos con pre-nacimiento, luego la incubadora y la cuna, que no reconocí como una prisión hasta años después cuando mi hermana estuvo dentro y yo, levantándome de mi primera cama de niña grande, la desabroché porque tenía hambre de desayuno. Luego la cama con dosel de mi abuela, un saco de dormir infantil, la cama del hospital, donde estaba ronca después de renunciar a mis amígdalas. Una colchoneta durante la siesta del jardín de infancia, el asiento trasero del coche de mi madre, otra cama de hospital con barrotes plateados en el lateral donde escribí mis primeras historias. La cama doble que compartí con mi hermana cuando nuestros gemelos se agotaron. Un colchón de dormitorio universitario con la mancha de menstruación de otra chica, una cama húmeda de estudios en el extranjero en Gales, asientos de Eurail donde podía dormir durante la noche y ahorrar dinero en un albergue si elegía el horario correcto. Literas de albergue con baños al final del pasillo. La cama de agua de una amiga, la cama de otra amiga en el barco de su padre. Luego el colchón de segunda mano de mi prima en mi primer apartamento en Boston, la cama de un novio en Revere, la cama de otro chico con la esperanza de hacer celoso a mi novio de Revere. Camas alquiladas, una cama en un apartamento estudio amueblado en Tucson donde no había forma de saber quién había dormido en ella antes que yo. Futón en el East Village justo en el suelo. El mismo futón en una litera usada para suspenderme sobre los ratones. Luego un sofá cama lavanda de Mary Richards. Camas de vacaciones, camas de hotel. Más camas de novios en Brooklyn y Alphabet City. Camas de hotel. Cama matrimonial de Florida y otra cama de hospital — esta vez cirugía. Cama de divorcio (igual que la cama matrimonial con el colchón dado la vuelta para buena suerte). Camas de evacuación durante los huracanes. La cama de mi verdadero amor con su mágico protector de colchón. Sé que me estoy olvidando de muchos lugares — subterráneos, tumbonas en la arena, asientos de Amtrak, cines, hamacas, la graduación universitaria de mi sobrina (había tomado un Vicodin), camas de conferencia, camas en universidades u hoteles después de haber dado lecturas de poesía, asientos de emergencia de avión, sobre el pecho de mi madre cuando era una bebé, en los brazos de mi padre después de un ataque de asma infantil. La cama de mis padres después de sus muertes. Me dirijo a la dura cama del ataúd, mis ojos cosidos contra el insomnio. Le he pedido al enterrador que presione estrellas que brillan en la oscuridad dentro de la tapa.

Todo el tiempo





Todo el tiempo poniendo mala cara.
Todo el tiempo pensando que aburrido.
Todo el tiempo cansado y deprimido.
Todo el tiempo sintiendo que estoy perdido.

jueves, 11 de septiembre de 2025












 

Godard me dijo

 


"Godard me dijo, tengo una idea: un tipo vuelve de Marsella a buscar a su novia y, en el camino, mata a un policía... Ya veremos qué sigue.” Nos vemos en el Royal Saint-Germain, donde hoy se encuentra la boutique Armani. Llego y me ordena: 'Ve a un café a tomar una copa de vino y te sales sin pagar'. La cámara rueda. Hago lo que me pide, y el mesero me insulta. Godard dice: 'Ya filmamos, se acabó, vámonos a casa'. Hay que obedecer al productor. Al día siguiente, Godard me indica: 'Te metes a esa cabina telefónica y hablas; di lo que quieras'. Así lo hago. ¿Qué sigue? 'No tengo ni idea', dice, y nos detenemos. En la noche llego a casa y le digo a Elodie, mi esposa: 'No pinta bien la cosa: me pagaron cuatro mil francos y estoy conforme, pero la película nunca se estrenará'. Otro día, nos reunimos con Jean Seberg en la terraza del Hôtel de Suede y desayunamos, tranquilos. Luego filmamos. Por alguna razón desconocida, Godard despide al ingeniero de sonido. De modo que la imagen ya no empalma con los diálogos. Cuando la película pasa al módulo de sincronización los técnicos se preguntan: ¿qué es esta película burda y extraña? Yo no me preocupaba. Estaba seguro de que nunca se exhibiría. Entonces hice unas pruebas para Peter Brook… Me contrataron para Moderato cantabile, de Marguerite Duras… Y se estrenó Sin aliento. Y pensé: ¡me van a agarrar a tomatazos en la calle! Pero tuvo éxito. 

Tiempo después me propuso Pierrot le fou. Cenamos juntos en un restaurante de Montparnasse y me dio una novela policíaca. La leí. Nos vimos unos días después y le dije: 'Me encantó la novela, me gusta'. Y me contestó: 'Qué bueno, porque justamente es eso lo que no vamos a filmar'. Con Godard tienes que aceptarlo todo. Si te pide que te pintes la cara de azul, tienes que hacerlo, y no preguntar por qué de azul".


Jean-Paul Belmondo 

🎠

(9.4.1933 | 6.9.2021)


(Fragmento de la entrevista de Le Nouvel Observateur con Jean-Paul Belmondo y Alain Delon, en memoria de Godard, en 1998)

martes, 9 de septiembre de 2025

Lo que pasó

Lo que pasó es que todo estalló en mil pedazos y todo se fue a la mierda.

A veces pasa. 

Estás en un buen momento y todo es gratitud y bienestar y amor y buena disposición hacia todo lo que viene. La actitud siempre positiva porque piensas que tu vida es buena y más que suficiente y disfrutas de los días y de quien te acompaña y parece que has llegado a un momento en el que te vas a quedar. Y de repente, aparece el problema que lo jode todo y que manda todo a la mierda y que hace que todo en lo que creías se esfume y que tengas que poner en cuestión toda tu vida hasta ese momento.

Eso es lo que siento en este momento, cuando pienso que estoy solo y que moriré solo y que solo es lo único que voy a estar: SOLO YO.

Han desaparecido tíos y tías, primos, amigos, hijos, padres, parejas, ex-mujeres y mucha más gente. Todos me han dado la espalda o me han despreciado o han expresado su rechazo hacia mí. Tarde o temprano, pero el resultado ha sido así.

Pienso que en 55 años he acumulado tantos cadáveres y desprecios y tanta gente que preferiría que yo dejase de existir, que algo habré hecho mal. 

Tal vez el problema sea yo.

Da igual si te has ocupado de todos ellos , si les has ayudado, atendido  o preocupado. 

Hoy, mi propio hijo me dice que no me soporta, que siente una animadversión hacia mí que no controla y que no puede evitar. Me falta al respeto y me manda a la mierda siempre que puede. Lo justifica haciéndome mala persona y déspota frente a su situación y poniendo de testigos a sus amigas y a mi entorno familiar. Toda una justificación de lo malo que soy y lo mal que lo llevo con mi entorno. Me hace un perfil de persona intolerante, prepotente y tirana que no corresponde con la realidad, pero que le funciona para odiarme de esa manera.

Termino cansado o agotado, no sé. Estoy harto de ocuparme de todo el mundo y que todo el mundo me desprecie de la misma manera.

Todo el mundo me pide cambiar, pero en realidad no quieren que cambie, solo quieren que me ocupe y luego desaparezca y a lo mejor lo que tengo que hacer es eso, desparecer...

Desparecer completamente...


lunes, 1 de septiembre de 2025

POCOS DÍAS DESPUÉS


Mi cuñado se cayó del tejado,
un nido con cinco pajaritos también.
Mi hermana trató de reponerlo,
pero la madre no iba a regresar,
y unas horas más tarde el nido volvió a caerse.
Mi cuñado estaba en el sofá,
durmiendo a base de Percocet, cuando mi hermana
se arrodilló en el suelo con un cuentagotas
con leche de soja. Tres de las crías ya estaban muertas.
Llamó al primer veterinario de la lista telefónica.
Mi cuñado se despertó y pidió
zumo, pero mi hermana le hizo bajar la voz
pues estaba hablando por teléfono
con un veterinario que le comentaba que podría probar
a alimentar a los pájaros con comida para gatos mojada en un bastoncillo.
Le llevó un zumo de naranja a su marido
y salió pitando hacia el supermercado, olvidándose de preguntarle
a mi cuñado si necesitaba alguna otra cosa.
Mi hermana estuvo fuera durante una hora, pero los pajarillos
no quisieron abrir sus pequeños picos. No podía dejar de
llorar, mirando el tejado, consciente por primera vez
de la altura desde la que había caído su marido. Luego miró al cielo
preguntándose qué sería lo próximo en caer.

Las palomas





Las palomas malditas se cagan en los autos
apenas salen de la lavadora,
como si tuvieran algo en el pecho,
o en la cola, que les atravesara el alma.
Es común escucharlo en una conversación cotidiana
y luego viene el comentario de que es de buena suerte.
Saben bien cuándo deben abrir sus esfínteres
al viento y botar sus misiles blancos.
Intuyen cuando el metal está reluciente
como las amas de casa lo hacen
con la ropa tendida antes de la lluvia,
como los elefantes antes del tsunami,
como los payasos antes de la carcajada.
Cattelan las puso cagándose en todo
en la bienal de Venecia en el 97. Por eso allí
es prohibido alimentarlas desde hace algunos años.

¿Son animales de paz?
¡No!
Acuérdense de las narco-palomas
en las cárceles de Costa Rica o Argentina,

de las palomas mensajeras en las guerras de la historia,
de la criptococosis, histoplasmosis, salmonelosis, encefalitis.
Lo siento, ONU.
Lo siento, hippies.
Lo siento, Espíritu Santo.
Las palomas son seres abominables
que andan con sus piquitos hipócritas
y comiendo de la mano de los ancianos o niños
para causar ternura ante los ingenuos.

Alguien limpia su carro con una franela
después de que una banda(da) de palomas pasara
y con una lágrima me dice, casi susurrando:
¿Sabías que las pobres son monógamas?

domingo, 31 de agosto de 2025

ASALTO A UNA COMPAÑÍA DE SEGUROS



El culo de Jennifer López está asegurado por 4.5 millones de dólares;

las piernas de Rihanna, por un millón;
las cuerdas vocales de Luis Miguel, por 7.5 millones;

la sonrisa de Julia Roberts, por 30 millones.
En una compañía de seguros entra un hombre

con una bolsa llena de dinero.

—Vengo para asegurar mis manos por 100 millones de dólares.

Soy un poeta, soy un gran poeta.

Una manzana puede de ser una granada sin el menor problema.

Un perro de la calle vuela como un dragón en cualquier página.

El agua del grifo es un río de sangre mañana.

Una bota, un volcán. Un alambre, un roble, ¡un rayo!

He creado lo más sublime de mi generación

con estas manos que usted ve aquí.

—Señor, pero si sus manos son dos prótesis de madera

que a simple vista se aprecian.

Son falsas.

—Amigo, las manos de madera me sirven para gesticular

mis poemas mientras los recito de memoria.

Tengo un sinnúmero de secretarios que los escriben

cada noche, bajo la luna menstruante.

Ahora cuente.

—Señor, pero si estos son billetes de Monopolio.

También son falsos, como sus manos.

—Amigo, le quedo muy agradecido.

A este poema le pondré: “Arriba las manos, esto es un asalto

o me reviento (mientras empuño una manzana)”.