miércoles, 5 de febrero de 2025

Qu'est ce que le cinéma ?


Godard pregunta: Qu'est ce que le cinéma ?

Godard responde: El cine es la verdad veinticuatro veces por segundo. El cine es expansivo, se extiende al mundo, es el lenguaje del mundo.

El cine necesita de la fe igual que las religiones.
El relato en el cine es la verdad y la verdad es la realidad.

El cine es la historia y la historia es el cine. Solo hay una forma de hacer cine y es haciéndolo real. El cine es la realidad porque el relato de la realidad es el cine.

Todo el cine que no es real no es cine.
El cine es Arte. La televisión es cultura. Y la cultura no tiene porqué ser 

Godard es el Cine.

Todos te quieren cuando estás muerto




Esto es solo Rock'N'Roll

1,2,3...

Todos te quieren cuando estás muerto

Adrian Borland


Adrian Borland
The Sound
 

martes, 4 de febrero de 2025

viernes, 10 de enero de 2025

Buscando el amor


 Ella dice: "Vamos a follar hasta que nos enamoremos"

Una puta mierda de gente


Putos reyes y Putos políticos y Putos jueces  y Putas leyes y Putos abogados y Putos dioses y Putos curas y monjas y papas y Putas fronteras y Putos papeles y Putos impuestos y Putos países y Puto sistema y Puta democracia y Puto primer mundo y Puta unión europea y Putos amigos y Puto Yo y Tú y Putos nosotros y Puta gente de mierda.

Porno


Ella dice: "Hoy me he puesto un vídeo porno y lo he parado a la mitad. No soporto ver gente feliz"

martes, 31 de diciembre de 2024

Los años nuevos


Pienso en el año nuevo y me veo haciendo la contabilidad y anotando gastos del final de este año, antes de empezar el que viene. Como siempre, anotando lo que hay, pero sin saber lo que va a haber.

Es lo que pasa con los artistas, solo saben lo que valen en tiempo pasado o presente, pero nunca en futuro. La historia de la economía de arte que dice que los artistas que valen dinero son los que han muerto.




 

viernes, 27 de diciembre de 2024

La mejor Navidad

 


La mejor Navidad que puedo recordar

Yo estaba en una pequeña habitación en Filadelfia.


Y cerré las persianas,

y me fui a la cama,

y me tapé con las cobijas.


No había teléfono,

no habia tarjetas Navideñas,

no había familia,

no había regalos.


Y creo que me sentí mejor

que nadie en la ciudad

y casi nadie en cualquiera de las ciudades.


Y celebré la víspera de año nuevo

de la misma manera".


...

Charles Bukowski

jueves, 19 de diciembre de 2024

Hay un día feliz


 A recorrer me dediqué esta tarde
Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
Que es el único amigo que me queda.
Todo está como entonces, el otoño
Y su difusa lámpara de niebla,
Sólo que el tiempo lo ha invadido todo
Con su pálido manto de tristeza.
Nunca pensé, creédmelo, un instante
Volver a ver esta querida tierra,
Pero ahora que he vuelto no comprendo
Cómo pude alejarme de su puerta.
Nada ha cambiado, ni sus casas blancas
Ni sus viejos portones de madera.
Todo está en su lugar; las golondrinas
En la torre más alta de la iglesia;
El caracol en el jardín, y el musgo
En las húmedas manos de las piedras.
No se puede dudar, éste es el reino
Del cielo azul y de las hojas secas
En donde todo y cada cosa tiene
Su singular y plácida leyenda:
Hasta en la propia sombra reconozco
La mirada celeste de mi abuela.
Estos fueron los hechos memorables
Que presenció mi juventud primera,
El correo en la esquina de la plaza
Y la humedad en las murallas viejas.
¡Buena cosa, Dios mío!; nunca sabe
Uno apreciar la dicha verdadera,
Cuando la imaginamos más lejana
Es justamente cuando está más cerca.
Ay de mí, ¡ay de mí!, algo me dice
Que la vida no es más que una quimera;
Una ilusión, un sueño sin orillas,
Una pequeña nube pasajera.
Vamos por partes, no sé bien qué digo,
La emoción se me sube a la cabeza.
Como ya era la hora del silencio
Cuando emprendí mi singular empresa,
Una tras otra, en oleaje mudo,
Al establo volvían las ovejas.
Las saludé personalmente a todas
Y cuando estuve frente a la arboleda
Que alimenta el oído del viajero
Con su inefable música secreta
Recordé el mar y enumeré las hojas
En homenaje a mis hermanas muertas.
Perfectamente bien. Seguí mi viaje
Como quien de la vida nada espera.
Pasé frente a la rueda del molino,
Me detuve delante de una tienda:
El olor del café siempre es el mismo,
Siempre la misma luna en mi cabeza;
Entre el río de entonces y el de ahora
No distingo ninguna diferencia.
Lo reconozco bien, éste es el árbol
Que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
Fuera mejor que una ventana abierta).
Yo me atrevo a afirmar que su conducta
Era un trasunto fiel de la Edad Media
Cuando el perro dormía dulcemente
Bajo el ángulo recto de una estrella.
A estas alturas siento que me envuelve
El delicado olor de las violetas
Que mi amorosa madre cultivaba
Para curar la tos y la tristeza.
Cuánto tiempo ha pasado desde entonces
No podría decirlo con certeza;
Todo está igual, seguramente,
El vino y el ruiseñor encima de la mesa,
Mis hermanos menores a esta hora
Deben venir de vuelta de la escuela:
¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo
Como una blanca tempestad de arena!

No creo





No creo en DIOS,
y creer es creer en DIOS,
pero no creo en la vía violenta.
No creo en la violencia de las RELIGIONES.

No creo en REYES,
ni creo en AMOS.
Me cuesta respirar 
cuando pienso en la falta de libertad
que los sostiene.

Tampoco creo en la vía pacífica,
ni en conformarse con lo que hay.
La política trata de eso.
Los políticos mienten sin parar,
y te prefieren dócil.

Nicanor Parra no cree en la Vía Láctea.
Yo creo en Nicanor Parra

En defensa del dibujo


Se trata de defender el dibujo. Decir una y otra vez que el dibujo es una forma de pensar, lo mismo que la escritura o las matemáticas. Una manera de ver el mundo y de existir. Una filosofía de vida. Defender el dibujo es una obligación para todos los que estamos en este lado del pensamiento, donde la imagen explica igual que las letras o los números. 


Vivir en el disparate


Vivir en el disparate es vivir, en el día de hoy, en Las Ciudades. 

Es tener que sentarte a comer en sitios hiperdecorados, donde te cobran una barbaridad de dinero por tratarte mal, con reserva, comiendo a turnos y echándote a la calle según terminas de comer el postre. Y con suerte darte de comer algo que tenga un sentido, porque la cuenta siempre va a ser alta pero la justificacíón no tiene porqué. 

Vas a esos lugares para debatir con un montón de gente, que podrían ser tus amigos, sobre un montón de cuestiones estúpidas, como si la tierra es plana o no, o si los pájaros son drones, o si la razón del gobierno de turno es una misa satánica.

Al final pagas una pasta por comer mal mientras intentas no discutir a gritos sobre estupideces y luego tomarte un gin tonic, casi sin alcohol, de 15 pavos, en otro lugar igual de hiperdecorado, para seguir hablando de banalidades que, en realidad, no le interesan a nadie.

Luego sacas el coche de un parking, donde te terminan cobrando casi lo mismo que has pagado antes por comer y alejándote hacia las afueras de esa ciudad donde dices que vives, cuando en realidad no es así, porque en realidad, si no vas caminando, no vives allí.

Vivir en el disparate es hacer planes de fin de semana con amigos en Las Ciudades.

Poca sangre en la cara y mucha noche en los ojos



Poca sangre en la cara y mucha noche en los ojos. La dieta del Marlboro con Gin Tonic sostiene los pómulos y no te deja engordar, por lo menos a los veinte, por lo menos a los treinta. 
Duerme todo lo posible de día para vivir de noche, y luego pasar una noche blanca y luego otra, y luego una tras otra. Hasta que al final todas las noches son blancas y los días bien negros, como un gran dolor de cabeza y agujetas en el alma.
Hasta que todo termina y la sangre se acaba y la noche lollena todo y el día ya no existe y la carne cuelga y los dientes desaparecen y lo único que queda es el pozo del que ya no se puede salir.