En realidad no queremos conseguir aquello que creemos querer.
La realidad existe para que todos podamos especular con ella. Lo cierto o lo verdadero suelen ser justo lo contrario de lo que significan. Lo humanos inventamos las palabras para poder dar forma a todo lo que se nos presenta y al darle forma hacemos que la verdad sea justo lo contrario de lo que significa. Por eso los humanos intentamos en todo momento destruirnos, porque somos la gran broma de la naturaleza.
No tengo ninguna razón para amar a Paola.
Si tuviese razones para hacerlo, no lo haría.
Las palabras o la razón nada tienen que ver con el amor.
Vamos y venimos de hospitales.
Vamos y venimos a casa.
A veces del trabajo a la casa,
y a veces de la casa al trabajo.
A veces te pierdes y no sabes donde ir.
Si no sabes donde vas, dirígete al cementerio.
No tiene perdida.
y en su hueco grande y hondo se escucha sólo el rumor de la palabra
la vida en su disolución y del amor la pústula
se guardan en la poesía como basuras
la poesía es la tumba de todo
la poesía es el cadáver de la vida que algunos pasan cargando ante
tu puerta
"Godard me dijo, tengo una idea: un tipo vuelve de Marsella a buscar a su novia y, en el camino, mata a un policía... Ya veremos qué sigue.” Nos vemos en el Royal Saint-Germain, donde hoy se encuentra la boutique Armani. Llego y me ordena: 'Ve a un café a tomar una copa de vino y te sales sin pagar'. La cámara rueda. Hago lo que me pide, y el mesero me insulta. Godard dice: 'Ya filmamos, se acabó, vámonos a casa'. Hay que obedecer al productor. Al día siguiente, Godard me indica: 'Te metes a esa cabina telefónica y hablas; di lo que quieras'. Así lo hago. ¿Qué sigue? 'No tengo ni idea', dice, y nos detenemos. En la noche llego a casa y le digo a Elodie, mi esposa: 'No pinta bien la cosa: me pagaron cuatro mil francos y estoy conforme, pero la película nunca se estrenará'. Otro día, nos reunimos con Jean Seberg en la terraza del Hôtel de Suede y desayunamos, tranquilos. Luego filmamos. Por alguna razón desconocida, Godard despide al ingeniero de sonido. De modo que la imagen ya no empalma con los diálogos. Cuando la película pasa al módulo de sincronización los técnicos se preguntan: ¿qué es esta película burda y extraña? Yo no me preocupaba. Estaba seguro de que nunca se exhibiría. Entonces hice unas pruebas para Peter Brook… Me contrataron para Moderato cantabile, de Marguerite Duras… Y se estrenó Sin aliento. Y pensé: ¡me van a agarrar a tomatazos en la calle! Pero tuvo éxito.
Tiempo después me propuso Pierrot le fou. Cenamos juntos en un restaurante de Montparnasse y me dio una novela policíaca. La leí. Nos vimos unos días después y le dije: 'Me encantó la novela, me gusta'. Y me contestó: 'Qué bueno, porque justamente es eso lo que no vamos a filmar'. Con Godard tienes que aceptarlo todo. Si te pide que te pintes la cara de azul, tienes que hacerlo, y no preguntar por qué de azul".
Jean-Paul Belmondo
🎠
(9.4.1933 | 6.9.2021)
(Fragmento de la entrevista de Le Nouvel Observateur con Jean-Paul Belmondo y Alain Delon, en memoria de Godard, en 1998)
Lo que pasó es que todo estalló en mil pedazos y todo se fue a la mierda.
A veces pasa.
Estás en un buen momento y todo es gratitud y bienestar y amor y buena disposición hacia todo lo que viene. La actitud siempre positiva porque piensas que tu vida es buena y más que suficiente y disfrutas de los días y de quien te acompaña y parece que has llegado a un momento en el que te vas a quedar. Y de repente, aparece el problema que lo jode todo y que manda todo a la mierda y que hace que todo en lo que creías se esfume y que tengas que poner en cuestión toda tu vida hasta ese momento.
Eso es lo que siento en este momento, cuando pienso que estoy solo y que moriré solo y que solo es lo único que voy a estar: SOLO YO.
Han desaparecido tíos y tías, primos, amigos, hijos, padres, parejas, ex-mujeres y mucha más gente. Todos me han dado la espalda o me han despreciado o han expresado su rechazo hacia mí. Tarde o temprano, pero el resultado ha sido así.
Pienso que en 55 años he acumulado tantos cadáveres y desprecios y tanta gente que preferiría que yo dejase de existir, que algo habré hecho mal.
Tal vez el problema sea yo.
Da igual si te has ocupado de todos ellos , si les has ayudado, atendido o preocupado.
Hoy, mi propio hijo me dice que no me soporta, que siente una animadversión hacia mí que no controla y que no puede evitar. Me falta al respeto y me manda a la mierda siempre que puede. Lo justifica haciéndome mala persona y déspota frente a su situación y poniendo de testigos a sus amigas y a mi entorno familiar. Toda una justificación de lo malo que soy y lo mal que lo llevo con mi entorno. Me hace un perfil de persona intolerante, prepotente y tirana que no corresponde con la realidad, pero que le funciona para odiarme de esa manera.
Termino cansado o agotado, no sé. Estoy harto de ocuparme de todo el mundo y que todo el mundo me desprecie de la misma manera.
Todo el mundo me pide cambiar, pero en realidad no quieren que cambie, solo quieren que me ocupe y luego desaparezca y a lo mejor lo que tengo que hacer es eso, desparecer...
Desparecer completamente...