miércoles, 5 de junio de 2024

Jóvenes contra el fascismo


El Congreso de los diputados, la Asamblea de la Comunidad de Madrid y del resto de asambleas del resto de autonomías, el Senado, los Ayuntamientos, los juzgados y demás instituciones de este país se han convertido en un esperpento. Algo muy español, el esperpento, tan español que no sé si en otros países entenderían del todo esta palabra. 

Ahora mismo, en estas instituciones, la política ha desaparecido. Los que ocupan escaños se dedican al cotilleo, la fabulación, el Fake, la impostura y la mierda que tirar sobre el contrario. Mienten a sabiendas, meten mierda y se acomodan bajo un sueldo que pagamos todos. Hace meses que los españoles no escuchan hablar de leyes ni de medidas ni de nada que tenga que ver con ellos como ciudadanos que votan a esos que solo quieren ese voto vacío de contenido ni compromiso, ni esperanza. Parece como si este país se gobernase solo, las leyes no salen, los presupuestos no salen y en el congreso de los diputados no se habla de nada más que de temas personales, pero aun así parece como si todo fuese bien.

En realidad nada está bien. Parece que a estos políticos no les importa los problemas de la gente que las pasa putas en este país. Tal vez no conocen gente de verdad, quiero decir, gente a la que todos estos políticos putean a diario, pero a costa de los que viven.

Ellos, los políticos, solo piden un voto de poder, un voto para que los déspotas del mundo gobiernen gracias a la democracia. Sin contenido alguno, solo poder y poder y más poder y al final un montón de billetes esperando al que llegue ganador a la meta.

El voto debería ser otra cosa, una expresión de lo que queremos que sea este país, una forma de pensar y un apoyo a las políticas y no a los personajes. Pero esto parece perdido. Lo llaman polarización. La gente olvida el sentido de vivir en democracia y cada vez fantasea más con aplastar al contrario. La idea de Europa cada vez parece más difusa porque los mismos mandatarios se han cargado estos ideales.

Y ahora, cuando pensábamos que teníamos un montón de problemas resueltos, que habíamos aprendido del siglo XX y que ya no éramos racistas, ni homófobos, ni clasistas ni totalitarios ni un montón de cosas más, pues resulta que vamos al revés. La gente cada vez es más radical, más intransigente, más hijaputa y lo que espera de sus representantes no es que hagan política sino que sean boxeadores y repartan hostias al contrario.

Este mundo prebélico donde parece que todo se va a resolver eliminando al contrario como sea. El fascismo ya está aquí, tiene que ver con todo esto, con la falta de información, con las mentiras que convienen, con el odio al contrario o al diferente. Está pasando en todo el mundo y ahora está pasando en España.

Ahora viene otra generación y espero que entiendan que hay que defender la democracia, que hay que hacerla fuerte y de verdad y terminar con la monarquía y exigir medidas a los políticos y sentirse europeo y contestar que españoles somos todos, a aquellos que lo gruñen como una posesión. 

No permitas que el fascismo vuelva a este país. 
Espero una respuesta clara de los jóvenes contra el fascismo

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