domingo, 28 de junio de 2020

Una lista de situaciones traumáticas y momentos de estrés. Primera parte.



Haciendo memoria, encuentro un montón de momentos complicados, en los que la cosa no estaba del todo bien, pero que forman parte de los recuerdos. Suficientes como para redactar una lista de situaciones traumáticas y momentos de estrés:

1. Nacer. Soy tan feo y lleno de pelo que mi abuela acusa al hospital de hacer cambiado a su nieto. Es la época de los niños robados. Yo tan negro y mi abuela tan rubia y de ojos azules y todo tan sospechoso que, apenas un momento después de haber nacido, cuestionan si soy lo que soy. El hospital es La Milagrosa de Chamberí. Cientos de niños robados en este Hospital en esos años.

2. Caer. Ando de forma tan extraña y desequilibrada que voy al suelo continuamente. Un día mi madre me zarandea y me pega una torta, harta de ver como me abro una y otra vez la cabeza, cada vez que salimos a la calle. No consigue entenderme: "¿Porqué no andas normal?". A pesar de mis pocas habilidades motrices, soy un niño sin miedo que se sube a todo lo que puede, por alto que sea, para caer accidentado una y otra vez.

3. Meto todas las cuchillas de afeitar, de mi padre, en los bolsillos del abrigo, justo antes de ir al médico. Creo que lo hago porque brillan y llaman mi atención. Cuando saco las manos de los bolsillos, delante del médico, chorrean de sangre llenas de pequeños cortes afilados. Mi madre grita sin entender nada. Un momento de absoluto terror. A mí no me duele. Luego, mi madre borra ese momento de su memoria, por siempre,  y nunca más habla de ese suceso.

4. Micro-recuerdos de mi hermano intentando matarme: 

  4.1. En el balcón de la primera casa de mis padres, en la Ciudad de los Ángeles, con un tubo de plástico largo, de las cortinas,  con el que quería atravesar mi garganta como si fuese Ivanhoe. No me mató, pero estuve jodido para hablar durante un tiempo.

  4.2. En los columpios de Pinarejos, en Burgos. Cuando aprovechó el mayor impulso del columpio donde me balanceaba,  para darme un golpe frontal donde caí al suelo, de espaldas y sin respiración y donde mis padres corrieron a ver si había muerto.

  4.3. Solos en casa siempre. Todo el tiempo. Porque mis padres siempre estaban trabajando. Por suerte para mi,  muy pronto me hice más fuerte que mi hermano mayor y entonces, dejó de pegarme. Poco después se sintió amenazado. Entendí muy pronto que era un cobarde.

  4.4. A mi hermano pequeño, nunca lo tocó. Por entonces, mi hermano mayor, ya me tenía miedo e imagino que su guerra era conmigo y no con el bebé. 

 4.5. Hace dos años, me ataca con una barra de hierro, el día que descubro que ha estafado a mis padres y robado todo su dinero. Le insulto llamándole: Ladrón, Hijodeputa, Saco de mierda y un montón de cosas igual de bonitas. También le tiro monedas a la cara que intenta esquivar justo antes de intentar matarme con la barra de hierro. Yo tengo cuarentaymuchos y el más de cincuenta.

4.6. Mi hermano mayor es el cáncer de mi alma, y de mis padres y de mi otro hermano y del agua que bebo. Es la mentira y el dolor y el golpe de realidad.

Mejor no sigo hablando de mi hermano mayor, porque la lista va sobre traumas en general y no sobre traumas de mi hermano.

5. El colegio al que voy, de pequeño, es de mi padre. Eso provoca la ira de algunos profesores. Recuerdo ser maltratado por una profesora que me deja sordo de una hostia y recuerdo pasar todo el año con cicatrices detrás de las orejas, que me escocían al bañarme. Se llama Luisa y me agarra de  las orejas y me levanta del suelo a pulso.
Nunca dije nada. Ella me decía que no podía decir nada. Y yo era demasiado pequeño como para defenderme.
Muchos años más tarde, ella trabaja en otro colegio en el que matriculo a mi hija María. Recuerdo pedir cita para hablar con ella y decirle sin testigos, que si en algún momento se acercaba a mi hija, e intentaba tocarla, recordase quien era yo y que podía matarla. 

6. Un verano en Burgos me atacan unos perros de caza. Vivo de milagro.  Tendré unos 12 años. Después de esto, durante muchos años tengo fobia a los perros. Luego lo supero, pero nunca tendré un perro, ni un gato, ni ningún animal. 

7. Ya tengo 17 años y todo es caótico. De repente todo se llena de música, fiestas, alcohol, cortes de pelo y anfetaminas. Me acuesto con la chica del cumpleaños y, una semana después, el ex-.novio de la chica del cumpleaños me quiere matar. Como no me encuentra, atropella a mi amigo al salir del instituto.

8. Peleas en las discotecas de Moncloa, los bajos de Aurrerá y la plaza de los cubos. Novias que te quieren y te dejan porque vas muy mal. Situaciones confusas que se borran en el recuerdo.

9. Mi padre y mi madre me hacen un interrogatorio. Me preguntan si tomo drogas, y yo les digo que no, pero que soy homosexual. En realidad no soy homosexual y sí tomo drogas.
Pasa el tiempo y creo que se sienten aliviados al descubrir que no soy homosexual aunque tome drogas.

10.Tengo 19 años cuando conozco a una chica que acaba de salir de un psiquiátrico y pocos años mas tarde tengo dos hijos con ella. Quiero a mis hijos por encima de cualquier cosa, pero mi vida con ella es el infierno.

11.Mi relación con la madre de mis hijos es lo más traumático que me ha pasado, aunque fuese un poco más tarde.

A los veinte años no sé muy bien que va a pasar, aunque ya presiento que no va a ser fácil lo que viene.

CONTINUARÁ...


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