miércoles, 23 de enero de 2008

Lo que la marea devuelve en Vlissingen

"Plástico y celofán, cartones de leche y envases de yogur, bolsas de red azules y naranjas, cáscaras, bolsas de papel, plumas y algas, palos y ladrillos. Jugosas hojas verdes, ramas de pino, botellas de agua, madera terciada, envoltorios de tabaco, tapas de frascos de café, tapitas de botellas de leche, cajas de arroz, soga azul, viejo zapato marrón, piel de cebolla, blancos trozos de concreto gastados modelados por las mareas, galletas marineras,envases de detergente, corteza y tablas, un cepillo para la ropa, la tapa de una caja, un aerosol de removedor, una pequeña cebolla marrón, una taza amarilla.
Un muchacho con dos bastones camina en la orilla, una gaviota muerta, una zapatilla azul. La manija de un bolso, medio limón, un atado de apio, una redecilla. Tapa de corcho, pomelo, guante de tela engomado, cañitas voladoras mojadas, parvitas de algas marinas de un tono herrumbrado amontonadas a lo largo de las marcas que deja la marea en el murallón, el paragolpes plástico de un automóvil, casco verde partido por la mitad, un gran nudo de soga de cáñamo, un tronco de árbol desnudo de su corteza, una estaca de madera, un balde, una miríada de botellas plásticas, paquetes vacíos de tallarines marca Zara,un tambor gris largo plástico, de esos que se usan para transportar combustible, rollo de vendas, botellas de vidrio, latitas, un arbolito de navidad, un caño de hierro oxidado, yo mismo y mi pis."
...

No hay comentarios:

Publicar un comentario